Vivimos una revolución en comunicaciones, formas sociales y relaciones internacionales que conlleva un replanteo de nuestras opiniones sobre el hombre y el universo. Emerge una sociedad global que demanda una recuperación individual del contacto con uno mismo y el logro, a la vez, una pauta de vida que reúna las ideas de "naturaleza, semejante y yo". Este sentimiento de unión con el universo lo aporta la astrología.