Astrología una manera distinta de percibir la realidad
Estaba buscando en el cielo lo que no soy capaz de encontrar en la tierra, un reflejo que me permita comprender el porqué de las cosas, que es lo que vengo haciendo toda mi vida.
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¿Cómo puede ser que en un país habitado, en su inmensa mayoría, por europeos emigrados a esas tierras de sur, muestren tanto odio y resentimiento? ¿De dónde les sale eso?
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Francamente no hay una explicación plausible, el país argentino está polarizado y resentido como nunca me hubiera podido imaginar. Ya en las imágenes de los encuentros de fútbol se ha notado esa extremada y violenta polarización, baste recordar que ante la imposibilidad de celebrar un importante encuentro de fútbol entre dos equipos argentinos, tuvieron que venir a España y jugar en el estadio del Madrid para evitar esa enconada violencia.
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Soy astrólogo y como tal observo las cosas con otros ojos, con otra mentalidad; miro al cielo para entender lo que ocurre en la tierra y después de muchos años de observación y siguiendo las enseñanzas de la Tradición, he aprendido a “enfocar” el cielo de tal manera refleje como un espejo lo que ocurre en la tierra. La influencia astrológica viene en formato “ondas electromagnéticas, en paquetes integrados de radiofrecuencia cuántica diferencial”, y como eso no se entiende hay que explicarlo de otra manera-
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La influencia astrológica se percibe en los ciclos, ese es el secreto. Todo lo que nace tiene su ciclo vital y su obsolescencia, el caos sólo exite en la mente d elas personas caóticas, todo tiene su ciclo y usando esa técnica voy a enfocarme una vez más en Argentina con la finalidad única de comprender lo que ocurre y ayudar a trascender esa influencia, que como dicen la mayoría de los dilentantes, “inclinan pero no obligan”, dime tu a que ocurre con las inclinaciones sexuales…….
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La influencia astrológica inclina, muy bien, y si no te das cuentas te deslizas por esa inclinación y la influencia astrológica te arrastra como la hoja caída sobre el rio.
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Cada ciclo es como una línea de autobuses de una gran ciudad, con su circuito y sus “paradas”, conviene verlo así. Cada país o ciudad tiene muchas líneas de Bus, y muchos ciclos a los que se suben sus habitantes, hay que pensar que no caben todos en el mismo Bus. Uno de los ciclos largos en el que andan subidos los argentinos es el de Saturno y Plutón que desde el año 1947 los lleva por una ruta. En el 2020 ese ciclo termina y comienza un nuevo, en ese caso el astrologo está como el climatólogo el 21 de diciembre observado las corrientes marinas del pacífico sur, para ver hacia donde se mueven para saber si será un año del Niño o de la Niña.
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El ciclo de Saturno y Plutón es el peor de los ciclos y cuando una colectividad humana se “sincroniza” con el ritmo de ese ciclo fatal, sufre lo indecible, sobre ello he escrito con anterioridad. La influencia del ciclo de Saturno y Plutón es la peor, y la del ciclo de Marte con Plutón también es terrorífica.
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En mi última observación accidental –no estoy obsesionado como los buscadores de exoplanetas- cuando el incendio de la Amazonia puede observar que la conjunción que da vida al ciclo de Marte y Plutón se localizaba justo en el cenit de la zona de la Amazonia boliviana donde comenzaron los devastadores incendios.
Al fijarme un poco más en el gráfico de astrocartografia angular se observa que en Bs As la conjunción de Marte y Plutón es angular en el mediocielo, que es lo mismo que decir que este “Bus” tiene parada y fonda en Argentina, que es en esta parte del mundo donde se aprecia con mayor claridad la mala influencia astrológica de estos dos “malages” celestes.
El mediocielo de cualquier carta del cielo, refleja todo aquello que se hace público, lo que se exterioriza, la imagen social de una persona o, en este caso del pueblo argentino durante un tiempo, durante un ciclo de unos dos años.
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Primero pensemos ¿Cuántas veces puede ocurrir que la conjunción de este ciclo ocurra en el MC de un lugar? Una vez cada 720 años de media. Quiero decir que no es nada común que suceda una configuración como esta sobre un lugar tan importante como es la capital de Argentina, cuya influencia se extiende a todo el país.
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En Bogotá hay unos pequeños autobuses que hacen de discoteca móvil y si te subes a uno de ellos te lleva todo el rato sonando con un tipo de música. Los ciclos son iguales, y en este ciclo de Marte y Plutón, cuya música resuena a resentimiento y odio ancestral, tiene “parada” en BsAs donde se ha subido buena parte de su población.
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Visto el cielo y observada la realidad, da la sensación de que los argentinos ya venían entrenados para bailar este tipo de música, porque lo hacen muy bien, se les sale el odio y el resentimiento como los caracoles en la olla de agua caliente.
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He pensado que quizás todo este resentimiento y odio ancestral tenga sus “antecedentes” como los delincuentes reincidentes, así que me he puesto a hacer cálculos del ciclo en circuito anteriores, buscando otro ciclo de Marte y Plutón cuya conjunción ocurriera en alguno de los ángulos de Buenos Aires.
No he tenido que irme muy lejos para encontrar otro ciclo semejante de igual influencia en Argentina. ¿Qué les voy a contar sobre los años 2014-2016 que ustedes no sepan? El caso es que en ese ciclo anduvieron “subidos” al “Bus” de Marte y Plutón, y fue en esos años cuando se les agrió el carácter a muchos argentinos, antes no eran tan “groseres” y resentidos.
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No he seguido indagando años atrás, porque todo esto conlleva un esfuerzo y un tiempo, por el que no recibo gratificación alguna, todo lo contrario, soy el pararrayos del resentimiento y el odio ancestral que se respira en Argentina a causa de la mala influencia del ciclo de Marte y Plutón…………o como decía mi abuela, la culpa la tienen los demonios, que son tan listos que nos han hecho creer que no existen.
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Marte y Saturno esta en el ADN de la sociedad argentina
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