Aclaración entre astronomía y astrología.

[Tito Maciá]

Desde la más remota antigüedad Astrología y Astronomía han sido siempre una misma ciencia, no existía ninguna diferencia, pues no tenía ningún sentido el conocer las posiciones de los astros por puro capricho o por curiosidad, sino que la astronomía antigua se desarrolló para cubrir las necesidades astrológicas. Hasta el siglo XVI astronomía y astrología estaban unidas, no se entendía ser astrónomo y no ser astrólogo, un caso claro lo tenemos con Kepler, considerado un astrónomo de prestigio, pero que como él mismo dice para poder investigar tenía que pagarse sus estudios con su trabajo de astrólogo.

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Se rompe el cántaro que contenía a la ciencia astrológica completa a causa de la bula del Papa Sixto V en el año 1586, en la que se prohíbe expresamente el estudio y los libros con contenido astrológico, al mismo tiempo que se cierran las cátedras de astrología de Valladolid, Alcalá de Henares, Zaragoza y Valencia.  A partir de ese año surge la diferenciación entre astronomía y astrología.

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A partir de entonces los astrónomos estudian astronomía como la ciencia que se ocupa del estudio de los cuerpos celestes, incluidos los planetas con sus satélites, los cometas, sus ciclos y sus trayectorias y todos los fenómenos celestes.  La mayor parte de los astrónomos suelen ser astrofísicos y emplean la física para explicar las propiedades y los fenómenos de los cuerpos estelares.  Para realizar su trabajo usan telescopios y radiotelescopios de todo tipo que les permiten visualizar los astros lejanos y los planetas que orbitan en lejanas estrellas.  Los astrónomos tienen su foco de atención centrado en el cielo y en los astros lejanos.

Una parte de los astrónomos, para ganarse la vida se dedican a la meteorología. Se puede decir que los meteorólogos son astrónomos que dedican su quehacer a labores de información meteorológica, en especial al pronóstico del tiempo. Es más, para conseguir un empleo de hombre o mujer del tiempo, es necesario ser astrónomo titulado. La salida profesional del astrónomo, fuera del campo de la investigación o la docencia es la meteorología y su principal labor es la más antigua de los astrólogos, “predecir el tiempo”.  En este campo los astrólogos mayas eran muy superiores y sus calendarios astrológicos así lo demuestran, tal y como se observa en el Códice de Dresde.

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Mientras que, por nuestra parte, los astrólogos miramos el cielo como si fuera una cúpula de obsidiana negra que al igual que un espejo, refleja desde el cielo lo que sucede en la tierra.  El astrólogo mira al cielo como lo hizo el telescopio Hubber, que estuvo durante muchos meses dirigiendo su mirada hacia la tierra.   Mirar al cielo para ver por reflejo lo que sucede en la tierra, eso es astrología. 

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En lo único que se parece la astrología a la astronomía actual es en su derivación hacia la meteorología donde tanto los astrólogos como los astrónomos miramos al cielo para ver su repercusión en la tierra, en ese campo competimos en desventaja pues no tenemos satélites a nuestra disposición.

Aunque nuestra labor es diferente. Los astrólogos miramos al cielo para construir espejos que son relojes. Espejos donde se reflejan la cosas que suceden en el tiempo de las personas, de un modo parecido a como observan el cielo los meteorólogos y al igual que ellos formulamos pronósticos.

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Usando la carta del cielo del momento de nacimiento de cualquier persona fabricamos calendarios relojes personales para uso humano, nada que ver con la observación astronómica, ni astrofísica, nosotros construimos relojes calendarios, esa es la gran diferencia entre Astrología y Astronomía. Para que nadie se confunda conviene recordar una vez más que la Astrología no es Astronomía, nosotros, ayudándonos de los cálculos matemáticos y astronómicos, utilizando las posiciones reales del cielo astronómico, construimos relojes calendarios, eso es lo que hacemos.