Por otro lado la Astrología siempre tuvo un especial interés para los guias que dirigían las caravanas que atravesaban estos desérticos territorios, pues al igual que los navegantes y debido a que aprovechaban la noche para realizar sus largas marchas, los caravaneros aprendieron a reconocer en el cielo un mapa-guía que les señalaba el camino a seguir en medio de la noche en un mar de arenas, al igual que los marinos.
Ben Ragel tuvo sin duda, acceso a todo el conocimiento acumulado desde la antiguedad en la ciudad de Bagdad, pues según se desprende de sus textos, recoge lo que había escrito de los griegos clásicos como Ptolomeo, Doroteo de Sidón, Vettius Valens, lo que proviene de las rutas orientales, tanto lo que es originario de la India como de Persia así como los restos de la Astrología egipcia. En sus libros cita a los sabios de la India, con Yrceh el indio a la cabeza, los sabios de Layrac, los sabios de Fferic, los de Persia y los de Egipto; Hermes, los sabios antiguos y todos aquellos que le antecedieron en el tiempo.
Ben Ragel, para recopilar toda esa información, usó un sistema muy parecido al de su padre como notario y tuvo muchos pasantes o escribanos a su servicio que fueron meros copiladores del saber antiguo, pero en muchas ocasiones, detrás de los escritos o dichos de otros astrólogos, expone sus opiniones y su experiencia, en esos casos comienza el párrafo con un “ Y yo Digo....” O bien muestra ejemplos realizados por él mismo o por otros astrólogos coetáneos realizando sus propios y personales comentarios.
Uno de esos capítulos que han sido meticulosamente tratados por Aly Ben Ragel es el séptimo capítulo del libro 4, el del Atacir, donde describe cuidadosamente el sistema de direcciones armónicas uniformes, el modo de dirigir los planetas y otros puntos de la carta astral, es decir, el sistema que usaban esos astrólogos de la tradición para hacer pronósticos usando las direcciones primitivas.
Dice Ben Ragel:
“……….. queremos ahora hablar del Atacir, que es el fín y el cumplimiento de esta cosa, y de ello se extraen juicios sobre la vida, especialmente de la opinión de Ptolomeo y de los que están de acuerdo con él.
Las cosas a las que conviene hacer Atacir son los cinco hileg*, empezando por el que haya sido elegido como Hileg.
-Los cinco hileg son: el Sol, la Luna, el Parte de Fortuna, el regente de la conjuncion de la Luna con el Sol o de la oposición, anterior al nacimiento y el Ascendente, mientras que el Hileg, con mayúscula es, de éstos cinco hileg, el que mayor dignidad tenga.-
“Cuando la Luna sea el Hileg, de su Atacir sabrás la vida, la fuerza y la debilidad y el estado de la madre.
-En este capítulo Ben Ragel interviene directamente aportando su opinión y su experiencia:
“Y yo digo que se debe hacer Atacir también al significador del haber (Casa II), al significador de los hermanos (Casa III), al significador de los padres (Casa IV), y al significador de los hijos (Casa V), tal como se hace del Ascendente......Igualmente se debe hacer Atacir al grado de la X casa para saber de la hacienda del nacido y sus necesidades y su estado en su señorío.”
-Es decir, según la experiencia conviene dirigir al planeta que mayor dignidad tenga en cada una de las Casas para conocer sobre los asuntos relacionados con esa Casa, así como a las cúspides de cada una de las Casas y los Partes arábigos.
“ Debes saber que los Hileg y los planetas tienen su Atacir según el orden de los signos desde el principio hasta el final.......…….en los planetas retrógrados, su Atacir es en sentido inverso al orden de los signos, comenzando por el final del signo yendo a su comienzo.”
Sobre el sentido o la dirección correcta de los planetas o los puntos a los que se dirijen por Atacir, hay divergencias desde la antiguedad. Ocurre en muchas ocasiones, igual que hoy día, que los astrologos de la antigüedad discrepan entre sí por innumerables razones, las discrepancias entre astrólogos son conocidas desde antiguo y Ben Ragel lo comenta en varios capítulos.
“En opinión de Ptolomeo y de los que están de acuerdo con él, cuando el planeta que se quiera dirigir se encuentre en la Casa IX y en la VIII, su Atacir (o su dirección) es contrario igualmente al orden de los signos. Pero otros sabios no están de acuerdo y no piensan igual, sino que lo hacen directo.”
Las direcciones directas y conversas siguen teniendo hoy día sus partidarios y sus detractores. Conviene saber que la diferencia entre dirigir un planeta en sentido directo hacia una cúspide u otro planeta o dirigir éstos en direcciones conversas hacia el planeta, es mínima, lo que importa es la interpretación.
Dice Ben Ragel: “Y cada vez que llegue por conjunción a una infortuna o a su oposición, o a su cuadratura, se juzga como una crísis importante con una separación o ruptura……………”
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“Las estrellas fijas, principalmente los corazones (Cor Leonis, Cor Scorpí) y las semejantes, que son de naturaleza infortunada, matan o, cuando no, demuestran inconvenientes importantes, siempre que no forme aspecto con una fortuna. La cuadratura del Sol y su oposición hacen lo mismo. De la misma manera, la conjunción con el Sol es cortadora y trae gran infortuna.”
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Al final Ben Ragel simplifica el movimiento de las direcciones o el Atacir y dice:
“El orden del Atacir es diferente en esta manera; que el Atacir del Ascendente, para saber la vida se dá a cada grado un año e igualmente harás con los otros hileg y las Partes. Pero el Atacir de las revoluciones es a cada treinta grados un año.”
-Aquí tenemos dos tipos de direcciones; unas que se mueven un grado por año, lo que hoy día se denominan direcciones simbólicas y son una derivación de las direcciones primarias primitivas o direcciones uniformes de un grado por año. Pero en este mismo parráfo expone otras direcciones se se mueven un signo por año, que se corresponden con las direcciones uniformes del 12, las mal llamadas profecciones, en las que usa el regente del año del Atacir combinado con las revoluciones solares o los retornos solares.
El mismo Ben Ragel realiza unos ejemplos para dejar claro el sistema. Primero describe un ejemplo de las direccioes uniformes armónicas del 12, en las que cada año el Ascendente y todos los demás puntos de la carta se mueven de manera uniforme 30 grados cada año o lo que es lo mismo un signo zodiacal completo cada año.
Dice Ben Ragel: “Un ejemplo de un nacido que tiene el Ascendente en el primer grado de Aries, al sexto año llegó al primer grado de Virgo, luego todo el signo de Virgo será gobernador de todo ese año desde su principio hasta el final......”
Este capítulo séptimo del libro 4, es donde Ben Ragel muestra un mayor número de ejemplos de experiencias suyas para ayudar al estudiante a comprender el funcionamiento del Atacir.
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“Otro nacimiento: el Sol era Hileg en la novena casa y cuando llegó el Atacir del medio cielo a la oposición de Marte le ahorcaron y murió.”
Para que el Sol sea Hileg tiene que tener más dignidades que los otros hileg. El Sol en la Casa IX está en la Casa de su Gozo y si está en Leo es seguro que será el Hileg por tener dos dignidades. Si Leo ocupa la décima Casa el planeta Marte, al cual le llega la oposición del Mediocielo, ha de estar en Tauro, signo de su destierro formando una cuadratura con el Sol. La naturaleza adquirida de Marte en el signo de Tauro, tiene relación con el cuello, por lo tanto es coherente con la muerte por ahorcamiento.
“Nacimiento que tenía la X Casa en Cáncer, la Luna en Sagitario en la tercera Casa; cuando le llegó Atacir a Capricornio en la mitad de la vida que le había dado el Hileg, contrajo una enfermedad en el pulmón y estrechamiento de la garganta y murió.
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B Moviendo un grado por año en sentido contrario
C Moviendo un grado por año en sentido zodiacal los planetas directos y
en sentido contrario los planetas retrógrados
D Moviendo un signo por año, 30 grados por año.
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