Astrología una manera distinta de percibir la realidad

El hilo de plata del azimut de Mercurio me llevó hasta el lago Baikal

Siguiendo la línea de azimut del planeta Mercurio, una estela celeste que me conduce a mi destino, llegué a lo profundo de Siberia para ver con quien tenía que platicar.

El lago Baikal es Patrimonio de la Humanidad, no sólo porque es el lago más profundo del mundo. -Se hunde en la tierra más de un kilómetro y medio, un poco más que la altura de la Sierra Aitana tomando su elevación desde el nivel del mar-.

Su tamaño, la longitud del lago, es mayor que la distancia que hay entre Alicante y Barcelona, su anchura mayor es semejante a la distancia entre Alicante y Murcia y sus costas tienen más kilómetros que toda la costa mediterránea, contando desde Rosas hasta Cádiz. -Así se puede uno hacer idea del tamaño del "laguito", un lago que contiene más de la quinta parte del agua dulce de todo el planeta, aquí están las reservas de agua dulce más limpias, más puras y más profundas del mundo, el agua de este lago es casi destilada.

-Cinco horas de tortura, cinco largas horas de martirio traqueteando dentro de una guagua siberiana repleta de gente hasta los topes. Maletas, bolsas, sacos, bultos de todo tipo y la vieja, la maldita vieja que estaba justo a mi espalda haciendo lo indecible para martirizarme, me ha dado uno de los peores viajes de mi vida.

Una vieja loca ha estado martirizándome durante cinco interminables horas, metiendo la mano por detrás de mí y cerrándome la cortina de la ventana, golpeándome la espalda, gritándome y tapándome la vista del paisaje, no ha parado ni un momento de fastidiarme de la manera más increíble; !!!!aahy¡¡¡, !!!uuuurg¡¡¡,!!! bbuuuurg¡¡¡, !!!ooooiiii¡¡¡¡, todo el rato bramando cosas raras a voz alta, cinco largas horas sin parar tirando de la cortina de la ventanilla para cerrarla y no dejarme ver nada de paisaje, me he peleado todo el viaje con ella, yo abriendo y ella cerrando la cortina, al final la cortina iba abierta y la vieja no ha parado de gruñir.

Marte estaba ese día en el grado 27 de Aries, justo donde estaba el Sol el día de mi nacimiento, en la Casa III, la de los desplazamientos. Saturno estaba pasando por donde estaba Marte de mi nacimiento. Este Marte transitando, teñido en mi caso de Saturno y de Casa VII, (la IV de la IV) se ha servido del modelo de mi abuela para manifestarse. .

La vieja de atrás era casi peor que mi abuela, una abuela Aries que encajaba bien con ese Marte mío de casa VII junto a la Luna, Saturno y Plutón.

La vieja me ha recordado mucho a mi abuela en su peor aspecto. Recuerdo que un día me encrespó tanto los nervios que la agarré por la cintura y la puse en volandas sobre el hueco de la escalera desde lo alto de un segundo piso, a partir de ahí se calmó y ya no me martirizó nunca más, con esta vieja me han dado ganas de agarrarla por la cintura y tirarla por la ventanilla, menos mal que estaba Sacha a mi lado y me ha ido calmando.

Al final de un tortuoso camino en su mayor parte sin asfaltar, en obras y con baches enormes hemos llegado a Maxímija, un caserío de madera que hay al lado del lago.

Camiseta de color azul, niki de algodón de cuello alto, camisa térmica "made in china", comprada en Argentina, jersellito verde que me regaló Aurora del Corte Inglés y chaquetita de lino de color crema del mercado de San Antonio, cinco capas de ropa por arriba y calzones negros de tela térmica con pantalones de tela gruesa y calcetines grises gordos de algodón, toda la ropa que llevaba en la bolsa negra mexicana me la he puesto encima. Pero aquí a finales del mes de junio la temperatura no llega a los cinco grados. ¡¡Brrrrrttt!!!! ¡que frio!

El lago Baikal y su entorno se declaró Patrimonio de la Humanidad por la esplendorosa belleza que se desarrolla en ese lugar, por la vida que contiene, tanto en el interior de sus aguas como en las enormes dehesas con sus arenales repletos de vegetales únicos.

La superficie del lago cambia cada poco tiempo, en un momento está calmada y fina y al poco se riza finamente pero manteniendo la calma, generando silencio, un silencio tan calmo que te ensordece el alma, ya no siento nada, todo es frío, calma y gris.

-Aquí en el Baikal, el tiempo se detiene como se le detuvo el alma a Kasparov, el ajedrecista famoso, unos días antes de mí llegada, cuando le tocó el dedo a la momia incorrupta de lama Itiguélov de la lamasería de Ivolguinski, donde estaba esperándome el lama Ganyur, el rector de la Universidad Budista, que es médico, practica la astrología y es Aries como yo, con dos días de diferencia.

-Las setas de la reserva que hay entre la bahía de Barguzín y el golfo de Chirikui, son las más exquisitas del mundo, hay toda una variedad, pero el hongo de cabeza rojiza es el más preciado de todos.

Al final nos encontramos con un chaman que sabía de todo, que contaba de todo, que contestaba a todo, él decía que no era chamán, pero tenía una coleta larga con la mitad de la cabeza rapada, algo así como Taras Bulbas con el pecho al descubierto, tenía todo el aspecto de un chamán, aunque chamán, chamán, no sé si lo era de verdad y si lo era, era un chamán un poco chapuzas. además nos mostró dos capillitas que tenía en su habitáculo, una capillita con temas cristianos ortodoxos y en otro lugar otra capillita con objetos del ritual chamánico, pero decía que no era chamán.

A pesar eso nos contó detalladamente las funciones y el tema de los clanes de los chamanes y nos dijo que la meta del chamán es la erudición, la sabiduría y saber curar las enfermedades, dijo que Gaghis Khan era chamán y su madre, la de Ghegis Khan, había nacido por allí.

El chamán nos paseó por toda la reserva, además de mostrarnos playas inmensas, bosques frondosos, dehesas con aves y nidos de águila en lo alto de algunos grandes cedros, nos llevó donde había un chamán ahumando pescados dentro de una especie de armario, probamos el pescado y le compramos media docena de exquisitos pescados ahumados, luego nos llevó a recoger setas, recogimos más de medio cubo de preciados hongos.

Anatoli, asi se llamaba el chamán del signo de Acuario que nos explicó las diez reglas del chamán; la primera es saber soplar vodka y la segunda ser compasivo, incluso con los espíritus que nos rodean, ser generoso y rociarlos con vodka cuando se hace un ritual, pues el chamán tiene que aprender a tratar con ellos.

Nos organizó, sin pedírselo, un ritual chamánico con esparcimiento de vodka para los espíritus. Al final nos pimplamos dos botellas de vodka y el tío seguía diciendo que no era chaman.

Nos contó que hace años pasó por este lugar un escritor francés y que luego, cuando publicó su libro dijo que había conocido un chaman de dos metros de alto, se ufanó del aumento de tamaño que le otorgó el francés, aunque el julai no es mucho más alto que yo. Anatoli, asi se llama el fulano, es un Acuario del 59 con el Sol cuadrado a Neptuno y opuesto a Urano que lo tiene en Leo en el mismo grado de mi Luna quizás por eso sintió la necesidad de ser generoso conmigo y me regaló una cajita de metal chamánica.

Al día siguiente seguimos nuestro camino guiados por la línea de azimut de Mercurio -Nos estaban esperando en la lamaseria de Ivolginsky.