Los tránsitos de los planetas y su manera de influir. Plutón junto al Sol

[Tito Maciá]

La influencia de los tránsitos planetarios pueden ser perceptibles de dos maneras diferentes, o dicho de otra forma, los tránsitos de los planetas tienen una doble influencia; una a nivel interno, personal, que incide sobre el mundo interior y particular, y otra en el plano de los aconteceres humanos, donde se dejan notar los efectos del entorno y de los demás sobre el individuo.

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Normalmente se perciben o son más notorios a nivel externo los tránsitos de los planetas cuando forman aspectos tradicionales, en especial a partir de la cuadratura, es decir, cuadratura, trigono y oposición, esta influencia se pueden percibir con cierta facilidad por su sincronicidad con acontecimientos externos a nosotros, mientras que los aspectos menores se aprecian más a nivel interno y personal, como es el caso del semisextil, semicuadratura, quintil, septil, novil,etc.

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Ambas influencias pueden ser interpretadas al mismo tiempo, tomando las diferentes variables que se presentan; por un lado la ubicación del cuerpo celeste en cada una de las Casas natales, ( es decir, las que se originan desde el Ascendente) la posición en la Casa solar ( en las que se toma al Sol como ascendente ) la posición zodiacal, que nos indicará el Estado Cósmico o las dependencias por su regente y los aspectos que irá formando el tránsito en cuestión.

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Estas variables hacen imposible la formulación de un recetario certero. Pero aún conociendo estas limitaciones, y a modo de ayuda al estudiante (sin pretender jamás que lo que se describe en este “recetario” sea un verdad determinista) desarrollaremos los efectos probables de los tránsitos.

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No todos los tránsitos provocan sincronicidades importantes, es más, como dice Raphael “los tránsitos no tienen efectos notables si no están apoyados por alguna dirección, por ello solo cabe esperar efectos o cambios importantes cuando se produce este apoyo direccional.

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La Astrología tradicional nos enseña que el planeta que transita es el “promisor”, es decir, el que promete que ciertos eventos se pueden manifestar. El planeta transitante o promisor actuará siempre bajo su condicionamiento radical, teniendo en cuenta su Estado Cósmico en el tema natal, los aspectos con los que se relaciona con los demás cuerpos celestes y su localización por Casas.

Tránsitos de conjunción de Plutón sobre el Sol.

En estos tiempos, este tránsito lo están viviendo las personas que tienen al Sol en los primeros grados de Capricornio.

La influencia de la conjunción de Plutón sobre el Sol se extiende a lo largo de varios meses, incluso más de un año, un tiempo en el que se puede percibir que el mundo exterior se vuelve mucho más complicado, lo que puede provocar una inclinación hacia el repliegue social,

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Suele ser una época de cerrar puertas exteriores para poder abrir las interiores, es un tiempo en el normalmente surge la necesidad de mirarse hacia adentro de introspectarse, de bucear en si mismo.

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Por otro lado, también es un tiempo en que quizás se necesita expresar lo que se lleva en el interior, ya sea pura creatividad o simplemente la necesidad de manifestar las pulsiones profundas como el sexo.

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La llegada de Plutón al Sol suele coincidir con élm incio de un tipo de relación un poco oscura con una persona que luego puede resultar muy difícil de despegar.

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Las uniones que se producen en estas épocas, sean del tipo que fueren son peligrosas, se corre el riesgo de unirse con alguna persona que luego será, durante muchos años, como su sombra de la que luego le costará mucho de liberarse.

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Puede ser que este momento se considere que es una una unión beneficiosa, pues permite cubrir necesidades o complementar carencias en estos momentos, pero cabe la posibilidad de que se acabe sintiendo una importante opresión que no sabrá como quitarse de encima. .

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Paralelamente a estas cuestión, durante ese tránsito se puede obtener cambio y un aumento del prestigio personal.

[Gloria Guajardo]

Muy interesante...no sabía lo de las uniones que se vuelven sombras...¡que miedo! ¿no?